A inicios del 2020 nadie imaginaba que nuestras vidas tomarían un cambio repentino, pues una pandemia estaría a punto de llegar. Despojando a muchas personas de sus trabajos, vida social, salud, entre otras cosas importantes de la vida.
En un primer instante creímos que sería bueno y estaría bien tomarlo como unas cortas vacaciones frente a la cotidianidad de nuestros días, pues sería bueno descansar por un momento después de todo. Sin embargo, no fue así. Los días avanzaban y las nuevas actividades que podíamos realizar dentro de casa como compartir una mesa con la familia completa o los juegos de mesa ya no eran suficientes.
Esto generó diferentes conflictos, no solo personales sino también familiares, que viéndolo desde un punto de vista positivo nos han enseñado mucho también, como por ejemplo:
El cambio de rutinas, que hoy en día nos ha vuelto un poco más flexibles a creer en nuevas formas de hacer las cosas.
La pérdida de familiares o seres queridos, que nos unió más, nos enseñó a valorar pequeños momentos y a proteger a nuestro núcleo más cercano.
La nueva y poco antes utilizada modalidad de trabajo virtual, que nos permitió estar en contacto con personas geográficamente lejos, reducir gastos como pasajes o almuerzos y tener mayor comodidad en la ropa que usamos para dicha acción.
En la actualidad, muchas de las restricciones ya se han ido suavizando, cada vez podemos realizar más actividades con mayor libertad. No obstante, el distanciamiento social, al cual preferiría llamarlo distanciamiento físico, aún está presente y es necesario mantenerlo así frente a personas con las que no convivimos.
Un neuro-economista llamado Paul J. Zak, quien ha investigado bastante acerca de la oxitocina (conocida como la hormona de la felicidad), nos dice que para ser más felices es necesario dar 8 abrazos al día como mínimo, pues al hacerlo nuestro cerebro genera mayor producción de dicha hormona.
Si bien aún está ese miedo de abrazar o estar en contacto cercano con personas con las que no convivimos, debemos aprovechar de aquellos seres con los que sí vivimos.
Abraza un poco más, sé un poquito más feliz, pues esta pandemia continúa y no conocemos la fecha de su fin. Bien o mal, tenemos que aprender a convivir con ella, manteniendo los cuidados necesarios.
Comentarios
Publicar un comentario